Ría de Vigo, islas Cíes al fondo |
Mar nuestro que no estás
en los cielos
y abrazas los límites de la isla
y del mundo con tu sal,
bendita sea tu profundidad.
Acoge las repletas
embarcaciones
sin una senda sobre tus ondas,
a los pescadores que
salen en la noche,
a sus redes entre tus
criaturas
que regresan por la mañana
con la pesca
de los náufragos salvados.
Mar nuestro que no estás en los cielos
al alba eres color de trigo,
al atardecer de uva y de vendimia.
Te hemos sembrado de más ahogados
que cualquier otra edad de
tempestades.
Mar nuestro que no estás en
los cielos,
eres más justo que la tierra
firme
incluso cuando elevas olas como murallas
y después las bajas hasta la orilla.
Custodia las vidas, las visitas,
como hojas sobre el camino;
haz de otoño para ellos,
de caricia, de abrazo, de beso
en la frente,
de madre, de padre antes
de partir.
Erri De Luca, Piazzapulita 20
aprile 2015
[Traducción: Lula Fortune]