domingo, 12 de abril de 2015

Vilas 1

Costa da Morte. (Foto: Lulafortune)

Brutal debería escribirse con uve de Vilas.
Fragmento de The Holy Who, perteneciente al poemario El Hundimiento de Manuel Vilas, premio Generación del 27 de este año:

De adolescentes escuchábamos a los Who, noches de inexperiencia hasta la madrugada azul en bares pobres de los pueblos de España, en los años setenta, intentando vivir, intentando perder la virginidad, era lo que nos habían dicho.

Solo amábamaos a los Who y eso era suficiente, eso era el Todo ¿os acordáis? Eran los reyes de la vida legendaria; nuestros héroes, la versión mil millones de veces mejorada de nosotros mismos.
Keith Moon se murió muy pronto. Pasados los años, me he preguntado si Daltrey y Townshend y Entwistle lo lloraron lo suficiente.

Hay que llorar siempre, y mucho, un vasto torrente de lágrimas, cuando muere alguien como Keith Moon. Yo me habría pasado mil años llorando.
¿Llorásteis lo suficiente, hijos de puta? Treinta y dos pastillas de Clometiazol en su estómago, solo seis disueltas, con solo seis bastaba, las otras ventiséis intactas. Todo un hundimiento premeditado, qué bien.

(...)

Y el último, ¿qué sentirá el último? 
¿Estaréis a la altura del adiós?
(...)
Nada vale en la vida sino es eso: estar a la altura dorada del adiós, el gran adiós que conmueve a las estrellas, al cielo, al mar, a la luna, al desierto y a todas las ciudades de la tierra y al futuro de esas ciudades, al futuro de todos, al futuro de millones de adolescentes que viven en la pobreza, en la miseria, en la nada, que oyeron y vieron en vosotros la esperanza de una vida dsitinta.

(...)

Somos los Reyes de la Santa Tierra.
Somos los Who, tío.
Somos todo lo que existe.
Nosotros sí somos el Aleph y no Jorge Luis Borges.
La gente follaba con nuestras canciones.
La gente se despedía de sus trabajos asquerosos con nuestra música.
La gente se drogaba con nuestros gritos.
La gente se casaba con nuestro poder.
La gente se divorciaba con nuestras letras.
La gente podía morir con nuestras guitarras.
Nosotros quemamos el corazón de todos los jóvenes del Universo.
Haz tú eso, Borges, si sabes.
Nadie follaba leyendo un cuento tuyo.
Y si la gente no folla con lo que haces, dime, hermano, dime qué estás haciendo sino el vago.

2 comentarios:

  1. Yo nunca he sido un joven "rebelde", no tenía grupo, ni me drogaba, ni he sentido el fenómeno fan en mi carne, pero comprendo la pasión. Aunque no sé si voy a perdonarle a Manuel Vilas que se meta con Borges...

    Un abrazo.

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    1. Yo tampoco fui rebelde, ni tuve grupo, ni fui demasiado fan de nadie, ni me drogué...todos los vicios, buenos o malos, los emprendí ya de mayor :). Pero lo que me ha seducido de Vilas es lo que veo entre las líneas de sus poemas, como si fuera una persiana entre cuyas varillas me asomo a un barrio periférico, a una adolescencia sin pena ni gloria, a unos años grises en los que soñábamos tantas cosas... En fin, igual veo e interpreto demasiado.
      Un beso.

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